Sabes que los dientes son blancos, son duros y probablemente has escuchado en los comerciales que están formados por esmalte, pero ¿sabías que, por dentro, tus dientes tienen otras “capas” diferentes? En esta entrada hablaremos de las distintas partes del diente, cómo se componen y por qué son importantes.
Cuando hablamos de la anatomía del diente, es decir su forma exterior, distinguimos 2 partes:
Esta es la parte que podemos ver, que está en contacto con el exterior, sirve para masticar y hablar correctamente. La mantenemos sana con un cepillado adecuado
Esta es la parte que no podemos ver, se encuentra debajo de las encías insertada en el hueso. Es gracias a la raíz que los dientes no se caen. Equivale a dos terceras partes del diente!! y es importante mantener las raíces sanas para evitar movilidad y sensibilidad.
Corona y raíz forman el conjunto adecuado para que los órganos dentarios puedan cumplir con las funciones que necesitamos, masticación, habla y estética.
Ahora hablaremos de como está compuesto el diente por dentro.
La parte más externa del diente se llama esmalte dental. Está formado por un mineral, el más duro en el cuerpo humano, conocido como hidroxiapatita. Sin embargo aunque es lo más duro en nuestro cuerpo, puede sufrir fracturas y daños por acidez.
Es importante mencionar que en el cuerpo humano no se puede regenerar el esmalte, tal como se generan otros minerales, para reparar el hueso por ejemplo, por lo que un daño a su estructura es irreparable de manera natural.
La función del esmalte dental es proteger las capas interiores y es el encargado de chocar directamente con los alimentos para poder masticar.
La dentina también es un tejido duro, el segundo tejido más duro en el cuerpo humano. Sin embargo tiene cierta elasticidad, y su función es darle al esmalte un apoyo flexible para evitar la fractura.
Además, la dentina es como una capa que protege a la pulpa, la capa más interna, de los cambios de temperatura exterior.
La dentina puede regenerarse naturalmente en casos donde no ha sufrido una agresión tan grande. Sin embargo, la sensibilidad dental puede significar que hay caries avanzada que ya está afectando a la capa más interna del diente
La pulpa es la parte central del diente, es gelatinosa y en ella se encuentran los vasos sanguíneos y nervios del diente. Su función es brindar sensibilidad de frío y calor. Pero principalmente, sirve para formar y mantener el diente en buen estado.
La pulpa es muy sensible, necesita de la protección de las otras capas para funcionar adecuadamente. Un cambio de presión interna, o de temperatura, o un golpe, pueden ocasionar su inflamación y dolor dental.
Cuando un diente se ha visto afectado hasta la pulpa, esta no puede repararse y entonces se hace necesaria una endodoncia.
Como te habrás dado cuenta, el diente es más que el esmalte que podemos ver, es un órgano completo y funcional. El esmalte no puede regenerarse, ni naturalmente o por medios artificiales, por lo que debemos evitar su daño.
La pulpa, una vez dañada, tiene que eliminarse.
Por eso es recomendable realizarte una limpieza y diagnóstico dental al menos 2 veces al año.
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